El artículo se publicó en varios números consecutivos de la revista pájaros, los iremos añadiendo todos
Revista pájaros nº27 de 1963
Con motivo de la publicación de estos Comentarios del Reglamento del Timbrado, he recibido varias cartas: unas, amables, me estimulan para que prosiga con mis críticas constructivas. Alguna otra, por el contrario, considerándolas un tanto perniciosas e inútiles, creen conveniente que deje de ocuparme del Timbrado.
Últimamente, recibí una carta anónima en la que se me emplazaba para demostrar con pruebas y no con teorías falsas del porqué deben ser suprimidos del Código los Timbres intermedio y profundo, ya que, según su criterio, si se ha aprobado el Timbrado en una Asamblea compuesta por los más prestigiosos jueces internacionales, mal puedo yo demostrar ahora supuestos errores técnicos, cuando por el hecho en sí de haber sido aprobado el Timbrado comprueba que el Reglamento había sido estudiado concienzudamente por técnicos de verdad antes de ser sometido a juicio internacional. Finalmente, me aconseja que deje de publicar estos Comentarios porque mi desconocimiento y poca simpatía por el canto del País, pudiera hacer variar la decisión internacional ante la excelente acogida que el Timbrado Español obtuvo en Bruselas.
Esta carta por su condición de anónima merece, como es lógico, el más olímpico desprecio. Pero como me consta que los criterios en ella expuestos son asimismo compartidos por otros aficionados que no han asimilado—tal vez poco predispuestos a la comprensión— los fundamentos más o menos científicos de mía modestos Comentarios, considero muy conveniente, para general conocimiento, dar a conocer la reseña titulada "El X Campeonato Mundial C. O. M. 1962", publicada en el numero 31 de "Nuestros Canarios". El texto del fragmento que nos interesa dice exactamente así por boca del canaricultor español que presentó el Timbrado a juicio internacional en Bruselas:
"...Por último, se pasa al estudio de la solicitud para el reconocimiento del Canario de Canto Timbrado Español. Es obvio decir que intervine con mi entusiasmo y buena voluntad, diciendo al final: "Señores: ahora tienen ustedes la palabra, pero antes permítanme que la ceda al Stam de Canto Timbrado que he traído, para que lo escuchen y quede constancia de su canto". Abrí el portátil y, como si les hubiese dado cuerda, al instante cantaron los cuatro en gran forma y armonía entre si, tanto que todas las miradas se dirigieron hacia mi dando vivas muestras de que les gustaba sobremanera, incluso uno no pudo contenerse y prorrumpió con un sonoro ¡Bravo!. A continuación el Presidente me comunicó que el Canario Timbrado quedaba oficialmente reconocido. Quiero desde estas líneas felicitar a los criadores de los cuatro canarios que formaban el Stam por su gran clase y fogosidad, lo que facilitó mi labor. Quiero también con toda modestia aconsejar a los criadores de dicha raza que no olviden cuidar en su canto el genuino carácter de TONO TIMBRADO que lo hace diferente al Harzer y al Malirwis, MOTIVO POR EL CUAL FUE RECONOCIDO, como también advertirles que a pesar de haber sido reconocido no quiere ello decir que el Timbrado sea ya un logro de perfección; el Harzer, por ejemplo, en el transcurso de los años, ha sufrido alguna que otra modificación, por tal motivo en la escala de calificación que afecta incluso a la nomenclatura de los giros y precisamente la nomenclatura de los giros del Timbrado es discutible".
"Perdón; me he apartado algo en la reseña del Campeonato, pero lo dicho venia al caso y además era preciso...".
Como vemos, la condición impuesta al reconocimiento del Timbrado, claramente manifestada (me he permitido señalarla con letras mayúsculas) en la reseña que he transcrito, demuestra la exactitud de mis anteriores Comentarios. Entonces, ¿por qué continúan preconizándose actualmente los conceptos erróneos del Reglamento en cursillos de capacitación como si el Timbrado hubiese sido reconocido sin objeción alguna? ¿Es que podía esperarse mayor reserva al reconocimiento del canto Timbrado que imponerle una tonalidad timbrada (metálica o aguda), cuando en el Código y en el Reglamento están clasificadas sus notas básicas específicamente determinadas con tonalidades metálicas, intermedias y profundas en orden creciente de mérito a su mayor gravedad de entonación con puntuaciones respectivas de 3, 6 y 9 puntos?
Hay que reconocer que el reconocimiento del Timbrado al llevar implícita la condición impuesta de tonalidad timbrada ha sido una decisión tan sabia, y quizá a la vez tan diplomática, que prueba hasta qué punto no han sido admitidos los falsos conceptos técnicos expresados en el Reglamento al definir a los Timbres como notas básicas del Timbrado. ¡De que manera tan simple, delicada e inteligente nos obligan, internacionalmente, a suprimir los RULOS del Código de canto Timbrado!
Los denomino así porque para los no profanos están, perfectamente definidos como tales, aunque el Reglamento haya pretendido enmascararlos con la incorrecta denominación de Timbres para definir a unas notas que decían ser básicas del canto puro del País, cuando, por el contrario, el Timbre intermedio y el Timbre profundo emitidos en el repertorio del "Timbrado" denuncian mixtificaciones genéticas más o menos próximas con canarios Roller; ya que, ni en el canario silvestre de nuestras Islas Canarias, ni en los canarios de Vich, como prototipo del canto puro del País, jamás figuraron en su repertorio de canto notas rodadas clásicas más que cortos y simples Rulos timbrados (Timbres metálicos en el Reglamento) tan comunes en el canto de los pájaros en general y, por tanto, no exclusivos del Roller, y únicos, técnicamente, que pueden figurar en el Código del mal denominado canto Timbrado Español, por cuyo motivo—por su absurdo calificativo—nos vemos obligados a suprimir, irremisiblemente, del Código el Timbre INTERMEDIO y el Timbre PROFUNDO porque ambas tonalidades no responden al concepto de tonalidad timbrada (metálica o aguda) que nos ha sido impuesta para que los canarios Timbrados puedan concurrir a los Concursos internacionales.
Claro está que, de haberse interpretado en Bruselas el nombre de Timbrado como calificativo de notas básicas según lo define el Reglamento, jamás hubiera podido ser aceptado el Timbrado como modalidad distinta del canto Roller por la razón de que, al ser los Timbres auténticos Rulos clásicos, éstos son exclusivamente básicos del Roller o Harzer; en cuyo Código o Estándar de canto, según lo referí en algún Comentario anterior, JAMAS se modificó la nomenclatura de sus notas o giros BÁSICOS —Hohlrollen y Knorren.— de esta modalidad de canto rulado por excelencia en el transcurso de los años. Precisamente todo lo contrario de lo que ha ocurrido ahora al Timbrado Español, cuyas notas—Timbre intermedio y Timbre profundo—que absurda y pertinazmente se han mantenido como BÁSICAS de él, nos vemos ahora obligados a eliminar por imperiosa decisión Internacional, como era lógico esperar. Este hecho tan real como insólito, en la historia de la Canaricultura demuestra la sinrazón de los obstinados que no quisieron oír llamamientos y advertencias de quienes a pesar de reconocer lo mucho, muchísimo, que aún tenemos que aprender en Canaricultura, no ignorábamos, sin embargo, principios elementales que, de haber sido atendidos a su debido tiempo, hubieran evitado el desprestigio que todos nosotros sufrimos como canaricultores, porque—me consta— hubo en Bruselas su "miajita" de cuchufleta por nuestras quimeras sobre el Timbrado Español, tan claramente evidenciadas en el Reglamento que no era preciso haberlo sometido a juicio internacional para darse cuenta de sus errores técnicos. Por tanto, ¿no resulta paradójico y un tanto ridículo el tener que recomendar ahora a los cultivadores del Timbrado para que cuiden del tono timbrado, cuando, por el contrario, el Reglamento establece en sus notas básicas tonalidades de amplia tesitura que se extienden desde el tono metálico al grave, recompensando precisamente con la mayor puntuación a los tonos más profundos?
Es muy de lamentar el haber dado el paso que se dio en Bruselas, porque, aparte del ridículo de nuestras quimeras, el reconocimiento del Timbrado tal como ha sido aceptado internacionalmente, va en perjuicio del buen canto puro del canario del País que entonces se desconocía a juzgar por lo establecido en un Reglamento inadmisible que preconiza mixtificaciones, rudezas de expresión, y confusión de notas; totalmente inadmisible con una labor propia de canaricultores, según comprobaremos en sucesivos Comentarios.
¿Por qué se recopilaron en el Reglamento falsos conceptos técnicos, que solamente los menos iniciados en Canaricultura pueden pasar desapercibidos? Por ello, ¡cómo podía estar conforme con una modalidad de canto que no se identificaba en absoluto con el buen canto cultivado del canario puro del País! Por este motivo y por otros falsos conceptos sobre el canto Roller, me aparté voluntariamente de quienes desde el establecimiento del Timbrado mantuvieron sofismas que yo no podía compartir la responsabilidad de su imposición. Ahora, que ya conocen mi decidida voluntad de desentrañar la verdad prosiguiendo con mis críticas constructivas iniciadas bastante antes de enviar los Timbrados a Bruselas, pregunto: ¿por qué no se me atacó despiadadamente entonces? ¿Por qué no se respondió a la encuesta pública del número 10 de Pájaros al objeto de establecer un Reglamento que definiera el auténtico canto del País? Si no se hizo así fue debido, exclusivamente, al convencimiento absoluto de la perfección del Reglamento, sin sospechar en lo más mínimo la grave reserva que habría de infringírsele al Timbrado en Bruselas: Reducirle su amplia tesitura a tonos timbrados, metálicos o agudos.
Pretender, ahora, achacarme a mí posibles perjuicios al canto Timbrado como consecuencia de mis Comentarios, es tan absurdo como no reconocer los hechos con lógica y con gallardía. El canto Timbrado, tal como está definido en el Reglamento, murió oficialmente el mismo día en que se dio a conocer en Bruselas. Yo, por tanto, no tengo culpa alguna de su fracaso internacional como tal canario Timbrado de notas básicas timbradas. Puedo asegurárselo a quienes a estas alturas diferencian aún a los "Timbres" de los Rulos y confunden, lamentablemente, conceptos de tonalidades bien opuestas, perfecta y categóricamente determinadas en el Código y en el Reglamento del Timbrado Español. Inexplicable de verdad en canaricultores que se precian de serlo.