Artículo publicado en www.elcanarioroller.com


Para poder hablar de aprovechamiento, primero hemos debido criar y descubrir al posible gran reproductor. Por muy buena y pura que sea una estirpe, sólo unos pocos ejemplares alcanzan las condiciones para poder encuadrarlos dentro del epígrafe GRAN REPRODUCTOR; esta escasez justifica el que nos formulemos la pregunta del encabezamiento.
Supongamos que el criador -A- que reproduce una estirpe de alto valor genealógico y por ascendencia, fenotipo y canto, decide probar un determinado ejemplar. El primer año, al menos, lo apareará con dos hembras; una de la línea materna y otra de la paterna. Si los resultados son satisfactorios, al segundo año lo probará con un mínimo de cuatro hembras, dos cerrando y dos abriendo siempre dentro de la estirpe.
Suponiendo que de cada una de ellas ha obtenido ejemplares de valor, podemos sospechar que nos encontramos ante uno de los grandes; pero falta una última prueba, ver si sus descendientes transmiten. De no ser así, estamos ante un buen productor de F-1; pero no ante un gran reproductor.
Antes de poder decidir debe pasar, al menos, otro año y es posible que en la primavera que el ejemplar cumple su tercer año, el criador –A- lo tenga en espera o con una o quizás dos hembras; pues sin contrastar su valor genético no se arriesga a una crianza masiva que le provoca cierre y limita las demás alternativas que tiene programadas. Por tanto, lo más probable es que lo ponga con una hembra muy abierta en sangre para investigar la posible dominancia, es decir, en una edad óptima tenemos un posible gran reproductor aparcado o infrautilizado.
Lo correcto es que el criador –A- pase ese candidato al criador –B- que tiene la misma estirpe y la posibilidad de aparearlo con varias hembras de su misma línea y cuando decimos –B- podemos decir –B- C o –D- pues no le perjudica en absoluto el que a ese posible semental se le aparee con 10 ó 12 hembras en la misma temporada y no es una afirmación teórica, sino contrastada con la experiencia.
Esta forma de proceder permite que otros criadores tengan varios F-1 buenos o muy buenos y cuando el criador –A- analiza la descendencia F-2, obtiene una información válida para él y para toda la cadena de criadores –B-C-D etc. Lógicamente si el resultado es positivo, el reproductor debe retornar al criador –A- que en la temporada que cumple los cuatro años lo empleará de forma masiva pudiendo ya realizar encastes si ha hecho bien los deberes con los primeros descendientes. Los demás criadores se benefician de la información adquirida por el denominado –A- y colaboran en el desarrollo de una amplia línea sobre el ejemplar que estamos analizando. Esta abundancia beneficia a todos y permite un amplio despliegue de la línea en los distintos criaderos que han participado en este trabajo de equipo.
En estirpes bien desarrolladas casi todos los reproductores alcanzan los cinco o seis años sin problema, de ser así, se debe repetir lo dicho para el tercer año con los mismos o nuevos criadores según interese encastar o abrir al ejemplar con el que estamos trabajando. Afortunadamente en la mayor parte de los criaderos modernos, la única oscuridad que existe es la de la noche; pues con ejemplares que han pasado su juventud en la “mina” es imposible lograr lo anterior; sin entrar en el mal trato que se proporciona a un ser indefenso. Sol, al menos mucha luz, aire libre y espacio para volar son las condiciones óptimas para poder alcanzar las metas más ambiciosas.
Puede parecer utópico; pero lo descrito en los puntos anteriores se está llevando a la práctica actualmente y además se dan las condiciones necesarias bajo los dos aspectos fundamentales:
A) Hay una estirpe con muchos criadores más o menos en exclusiva.
B) Todos los criadores que conozco son personas de alto nivel cultural, un elevadísimo porcentaje con estudios universitarios, y con suficientes conocimientos y experiencia en la crianza.
Por tanto, es el momento óptimo para provocar un salto cualitativo en el Roller y mantener o incluso mejorar los resultados en los campeonatos C O M ; esto provocará una expansión a medio plazo .
Una de las afortunadas realidades actuales es que cualquier aficionado novel dispone de varios criadores dispuestos a proporcionarle un número suficiente de ejemplares de altísimo valor genealógico y además con una amplia información sobre la forma de cultivarlos, incluyendo árboles genealógicos muy desarrollados en los que apoyarse en todos los sentidos. Creo, honestamente, que ésta es otra de las herencias de D. FRANCISCO ALARCÓN.
Es evidente que la colaboración es posible; tampoco nos vamos a librar del típico aprovechado que esté a ver lo que pesca; cada vez es más escaso el criador insolidario, quedando reducido a una simple anécdota a la que no hay que prestar la mínima atención.
Personalmente he tenido la fortuna de recibir en diciembre de 1992 de manos de su criador, en mi primera visita a la COCINA DE ALARCÓN, el 23/89-724 hijo único del “ CAMELLO “ , advirtiéndome que en ese año no había sido fértil .Pero la fortuna es caprichosa y en el año 1993 fue padre de 14 descendientes. A finales del año 1993 ALARCÓN me proporciona las hembras adecuadas para los híbridos del 23/89-724, pues las cuatro hembras que le puse eran totalmente ajenas a él y, por supuesto, muy inferiores en calidad de canto, aunque pletóricas físicamente y excelentes criadoras.
Esta afortunada coincidencia es la causa de la existencia de los actuales “CAMELLOS“ ; a finales de 1998 recibo también de manos de su criador el 1/96-724, uno de los últimos CARUSOS que he oído, me crió hasta el año 2002 incluido; era tan maravilloso en todos los aspectos que las hembras pusieron 113 huevos y nacieron y vivieron 112 pollos; todos sus hijos fueron ejemplares magníficos y en la pasada primavera del actual 2007, su último hijo 7/02-J112 se ha reproducido perfectamente.
También en la primavera a la que acabo de referirme recibo el 30/05-Z de D. ALEJANDRO CUERVO y a finales de temporada el 51/02-AL de D. GONZALO VERGARA, que a sus cinco años tiene un aspecto magnífico y 100% de fertilidad y que ambos he puesto en cría con hembras troncales purísimas. No cito, por innumerables, los que durante los últimos años hemos intercambiado D. RAFAEL CORTAZAR y servidor.
He querido citar unos cuantos ejemplares para intentar demostrar que las suspicacias que suele haber con los canarios de cierta edad son injustificadas y, por el contrario, debemos saber valorar que cuando un canario permanece durante varios años en un criadero no es porque come muy bien el alpiste.
Estos grandes reproductores deben ser respetados, no tiene ningún sentido ponerlos en jaulas de canto, su función es puramente reproductora y no debemos atentar contra su vigor y salud; si nos ceden un gran reproductor debemos saber cuidarlo y protegerlo para poder pasarlo o devolverlo en óptimas condiciones. Es curioso y muy agradable ver cómo se acercan a la puerta, se dejan coger e incluso se suben a la mano del criador para que los cambie de “domicilio” pues tienen muy claro que casa nueva significa chica nueva.
Está claro que aprovechar un gran reproductor significa compartirlo con otros criadores de la misma estirpe. Ojalá que en poco tiempo “MUCHOS CRIADORES ,POCOS REPRODUCTORES “ sea una realidad que diferencie a la actual generación de rollistas que por su condición humana y conocimientos pueden marcar un antes y un después en el Roller moderno y lo más difícil ya está superado. Ánimo y generosidad.