DOS MÉTODOS PARA UN MISMO OBJETIVO.

 

Cuando los que empiezan en esta admirable afición de la cría del Canario de Canto de raza española, sobre todo en su vertiente discontinua, si saben rodearse de criadores veteranos dipuestos a compartir su sabiduría, seguro que encontrarán respuestas a la mayoría de las dudas que se les puedan plantear relacionadas con los cuidados que necesitan los canarios en sus distintas etapas de la vida, con la forma de criar, con la alimentación adecuada para cada periodo, con la selección de reproductores y su probable aportación genética, con las condiciones medio ambientales idóneas durante su periodo de formación y una larga lista que por extensa omitiremos. Salvando pequeñas diferencias, inevitables por otra parte, ya que cada maestrillo tiene su librillo, seguro que la mayoría coincidirán en sus formas y métodos independientemente de tendencias y gustos.

Pero dónde no parece haber acuerdo, habiéndose fraccionado la afición en dos colectivos aparentemente irreconciliables, es en el método de enseñanza de esos ejemplares que se pretende sean de amplio repertorio, de dicción perfecta y de agradable musicalidad que todos ellos sin excepción anhelan, aunque resulte paradójico.

 

Dos sistemas antagónicos para la consecución de un mismo objetivo: la educación con maestro y la educación sin maestro.

I. EDUCACIÓN CON MAESTRO:

Este sistema consiste en la formación de los jóvenes canarios de canto apoyados en la utilización de un maestro que les servirá de guía durante todo su periodo de aprendizaje. Hace años ese guía o maestro solía ser el mejor ejemplar del que disponía en su aviario el criador que utilizaba este sistema, hoy en día y gracias a las nuevas tecnologías ese sistema ha sido sustituido por modernos aparatos de grabación y reproducción que apoyados en los avances informáticos actuales permiten la edición de sonidos limpios casi perfectos, en los que se apoya el criador para “crear” las canciones que según sus gustos considera idóneas para sus canarios, obteniendo “ciber-canarios” como les gusta llamarlos a los criadores partidarios de esta tendencia.

 

Este método exige sin duda un gran esfuerzo por parte del criador, partiendo de la obtención primero y posterior grabación de los ejemplares que quiere utilizar como maestro o incluso varios maestros, de los cuales combinando distintas grabaciones y mezclándolas podrá obtener el “guía” deseado, luego con la metodología y control de los tiempos de exposición de los jóvenes canarios a estas grabaciones, comprobando sus respuestas a los estímulos a los que son sometidos y vigilando que su aprendizaje sea el adecuado, asegurándose que todos ellos sigan las pautas marcadas y que no se vean alterados por una posible incapacidad para seguir al maestro o guía, si lo consiguen sin alteraciones, se pueden obtener ejemplares algo estereotipados, pero sin duda de gran calidad.

 

A día de hoy, la investigación y el desarrollo de los mejores y más modernos sistemas de educación, junto con su adecuada aplicación a través del estudio del comportamiento de sus ejemplares en las distintas fases de su aprendizaje, corrigiendo las posibles desviaciones y/o reforzando los estímulos es sin duda un trabajo muy meritorio que han emprendido una serie de criadores partidarios de este sistema basado en la educación de los jóvenes cantores, quejándose, probablemente con razón, de la falta del reconocimiento que todo este trabajo supone, frente a los no partidarios de este sistema que consideran que con el mismo se obtienen ejemplares sin personalidad propia en su canto y carentes de inventiva en sus canciones, ejemplares creados por y para los concursos que con el paso del tiempo perderán en su mayor parte ese repertorio aprendido, estimando que todo el mérito corresponde al trabajo del criador, desplazando a un segundo plano lo verdaderamente importante: la calidad y valía de los jóvenes canarios.

II. EDUCACIÓN SIN MAESTRO:

Este sistema totalmente opuesto al anterior, consiste tal y como su nombre indica en la no utilización de un maestro o guía, y su metodología se basa en el aislamiento de los jóvenes cantores de cualquier influencia por parte, tanto de su progenitor como de cualquier otro canario adulto. El joven canario permanecerá durante su crianza solamente con la madre, alejado de la influencia de cualquier macho adulto, y una vez destetado, se aísla junto con sus hermanos de nidada (en número no superior a dos/tres machos), en un lugar tranquilo en el que permanecerán hasta su completa formación desarrollando el canto hasta donde sus facultades y su genética se lo permitan.

 

Con este sistema el joven canario depende única y exclusivamente de sí mismo y deberá por sí solo, con el único apoyo de su(s) hermano(s) de nidada desarrollar todo su potencial canoro que será exclusivo y distinto a cualquier otro, y ahí es donde radica toda su fuerza, obteniendo el canario “compositor” como les gusta llamarlo a los criadores partidarios de este tipo de formación.

 

Este método, como no podía ser de otra forma, tiene también sus ventajas e inconvenientes, al decir de los criadores partidarios de este sistema, estos consideran que es más acorde con la idea de obtener canarios que al no haber sido educados reflejarán en sus canciones su verdadero potencial genético, obteniendo ejemplares con personalidad propia que desarrollarán unas canciones totalmente originales producto de su capacidad para la composición e interpretación y por lo tanto de mayor utilidad para una selección genética rigurosa, imprescindible para la fijación de los caracteres de discontinuidad, frente a la opinión de sus detractores que consideran que con este sistema se estropean numerosos ejemplares de gran potencial que al no tener un maestro en el que apoyarse lo harán en sus hermanos, en ocasiones de menor calidad que ellos, o simplemente se perderán porque les ha faltado esa educación que ellos consideran básica para la formación de cualquier cantor.

 

Dos sistemas totalmente opuestos, pero utilizados con el mismo objetivo: la obtención de los mejores cantores, para el deleite de todo aquel que disfrute del canto y sepa apreciar las cualidades de un buen canario. De los criadores dependerá la utilización de uno u otro sistema, todo irá en función a sus gustos o forma de vivir esta afición, el criador y únicamente él es el dueño de esta decisión.