Ante todo, la muda no es un fenómeno simple de sustitución del plumaje, sino que entraña amplias repercusiones.

Como consecuencia de un reajuste endocrino en el organismo. El canaricultor sabe que antes de mudar los pájaros aparecen tranquilos, cantan menos, engordan más y sucesivamente comienza a observarse la presencia de plumas en la jaula. Hay una relación entre tono elevado del tiroides, estímulos sexuales, perfección y brillo del plumaje, así como mayor vivacidad, canto, etc...

Experimentalmente se ha demostrado que la caída en el tono tiroideo de actividad sexual (puesta en la gallina) conducen a la muda, y de otra parte, ciertas situaciones desfavorables (estresantes, cambios de temperatura, variaciones en la composición de la ración, luminosidad, cambios de lugar, humedad, etc ... ) conducen también a la muda; de ahí que al terminar la estación sexual o actividad propia de la función procreativa tenga lugar en el canario adulto la muda.

En el pájaro en período de desarrollo al terminar éste comienza el mismo fenómeno. Estas consideraciones llevan a la conclusión evidente de la importancia del tiroides en la muda, en el sentido de que la disminución de su tono endocrino (hipotiroidismo) propende a la muda, tal como han demostrado MARVIN y SMITH en el palomo, ganso, estornino y distintas gallináceas. Experimentalmente se ha demostrado, por otra parte, que la función tiroidea mediante la administración de caseína yodada o tiroproteína acorta el periodo de muda y hasta llega a suprimirla incrementando el rendimiento calórico en el organismo (investigaciones de MAC CARNEY), mientras que si se administra tiuracilo de acción deprimente sobre la función tiroidea se reduce la producción calórica del organismo acentuándose la muda que, por otra parte, se prolonga considerablemente; por lo que respecta al tamaño del tiroides se han observado variaciones en el canario relacionadas con la alimentación, actividad, influencias climatológicas, etc. La alimentación hidrocarbonada, y sobre todo la rica en grasas, disminuye el peso del tiroides, dando lugar a hipofunciones que justifican la influencia de la alimentación en la presencia de la muda.

Por el contrario, las raciones ricas en proteínas aumentan el peso del rendimiento de la glándula tiroides, oponiéndose a las crisis de hipofunción, y en consecuencia, a la presencia de la muda (investigaciones del MARCH y BIELY).

Estos investigadores ponen en claro el origen de la muda en función de la alimentación de los pájaros, y explican a su vez el perfecto emplume, brillo y color del plumaje en los pájaros durante aquellos períodos, en que los alimentos son altamente proteinicos por alimentación, tanto vegetal o animal (insectos, larvas, etc.) que los pájaros ingieren, tal como sucede en primavera.

Respecto a la influencia de la temperatura, hay experiencias muy interesantes que demuestran el desarrollo del tiroides por efecto de las bajas temperaturas, así como los incrementos de la función tiroidea que se producen bruscamente en orden a las variaciones climatológicas y especialmente térmicas. GALPIN demostró en la gallina y RIDDLE en el palomo, as! como TURNER en el estornino, que el frío aumenta en las referidas especies, el peso y la función tiroidea, probablemente a consecuencia de estímulos enviados por la hipófisis (factor TSH, tireotropo).

Estas investigaciones han sido confirmadas en sus resultados mediante exámenes histológicos que acusan variaciones celulares específicas. La acción del frío sobre el desarrollo del tiroides es uno de los recursos que los animales cuentan para elevar el metabolismo energético y librarse de las bajas temperaturas. El tiroides actúan por medio de la hormona tiroxina y la L4riyodotiroxina, que ha sido descubierta en el plasma de todas las aves y cuya puesta en circulación depende de influjos neuroendocrinos.

En resumen, la acción del tiroides sobre la muda resulta definitiva, actuando por mecanismos: de una parte, suministrando material energético para la restitución de los integrantes necesarios a la formación de plumas nuevas, y de otra, a través del tono glandular. Se ha demostrado que una función tiroidea normal ligeramente acentuada corresponde al mejor mantenimiento del plumaje y que crisis de hipotiroidismo estimulan la presencia de la muda, mientras que en iones de tiroxina producen en casi todas las aves una muda a los 7-8 días de la administración.

La extirpación del tiroides anula la muda y de otra parte las inyecciones de tiroxina aceleran el proceso de muda ; si se bloquea el tiroides con tiuracilo, la muda se retrasa, y lo mismo ocurre cuando se extirpa el tiroides. En definitiva, los estímulos del tiroides dan lugar a la presencia de la muda y los productos bloqueantes, tal como ocurre con la tiurea, tiuracilo ,etc., la retrasan.

Las hormonas sexuales participan notablemente en la presencia de la muda, Los estrógenos u hormonas feminizantes se oponen al cambio del plumaje, contribuyendo, junto con las hormonas tiroideas, al mantenimiento del mismo. La progesterona u hormona materna le estimula el crecimiento de la pluma, reduciendo el tiempo de muda; sin embargo, tanto esta horrnona corno la prolactina, actúan iniciando la presencia del período de muda en las aves.

En conclusión, la muda es un fenómeno determinado por influencias ambientales, metabólica y en definitiva de acción estresante, que actúan a través de la hipófisis mediante estímulos movilizantes de hormonas tiroideas, quienes hacen posible relevar el nivel energético de] organismo y el cambio de plumaje. la muda es una crisis orgánica en la que pueden sucumbir los animales que no cuenten con reservas energéticas disponibles o con recursos endocrinos movilizantes de la misma; de ahí que durante este período las aves necesiten un refuerzo especial en proteínas, vitaminas A, D y C, así como en minerales, especialmente yodo, cobre, cobalto y manganeso. La temperatura ambiente debe acelerar la muda si ésta es alta, mientras que las bajas temperaturas distancian la misma, precisamente por estimular el tono del tiroides, fenómeno que explica el que la muda tenga lugar en las aves precisamente coincidiendo con temperaturas elevadas, mientras que el perfecto plumaje se observa en todas las aves bajo la acción de temperaturas bajas.

Actualmente es posible regular la muda, reduciendo su manifestación (aceleración del proceso), etc. mediante aditivos a las raciones de productos estimulantes o bloqueantes del tiroides según el caso.

La muda, que como hemos dicho anteriormente representa una gran crisis orgánica que es peor tolerada por los canarios lipocromos, si bien todo depende de las reservas orgánicas y nivel defensivo del animal.

El canaricultor tiene recursos para acelerar la muda, que es tanto como poner a punto a los ejemplares por lo que se refiere a la capacidad de canto y aspecto estético de los mismos.

Se sabe que la alimentación rica en grasa acelera la muda y mejora las condiciones de emplume de todas las aves; de ahí que se recomiende en cetrería la alimentación con carne de pato (alones, cabeza, etc..) siendo más recomendable grasa de ave y no de mamífero.

Hay que tener en cuenta que las plumas constituyen formaciones epidérmicas que, tras su desarrollo en el folículo respectivo, se nutren simplemente por imbibición, es decir, a base de líquidos procedentes de la vascularización próxima; de ahí que esta nutrición vaya perdiéndose a medida que los vasos quedan bloqueados por tejido conjuntiva envejecido en el que obliteran los capilares, siendo esta razón la causa principal de la muerte y caída de las plumas en un tiempo limitada(muda anual);basándose en este principio es facil pensar que cualquier estímulo circulatorio de la piel (acción congestivo) a base de cambios de temperaturas, etc., modifiquen la rapidez del emplume. La deshidratación cutánea es otra de las razones que deciden el emplume; de ahí, el efecto beneficioso para la conservación de la pluma, el barnizado que las mismas aves se hacen con la secreción grasa procedente de la glándula uropígea.

Una norma práctica para acelerar el emplume es incrementar la acción termógena de las raciones, incremento de la grasa en las mismas (adición de mayor cantidad de cañamón, semillas de lino, etc.); parece ser evidente el efecto de la oscuridad sobre la rapidez del emplume y aconsejamos, a tal efecto, el cubrir las jaulas, a colocar a los pájaros en habitaciones tranquilas, cálidas y oscuras; este fenómeno resulta muy eficaz en las aves decetrería.

Desde el punto de vista terapéutico, se sabe que la progesterona acelera el emplume, lo mismo que toda la serie de bloqueantes hipofisados a base de progestágenos sintéticos, como ocurre con el MAP y CAP, etc,

En el halcón la inyección de 50 mg. de progesterona con intervalos de 5-6 días acelera la muda y mejora las condiciones de emplume.

Como resumen, las alteraciones de la muda pueden tratarse teniendo en cuenta estos aspectos: vigilancia de la alimentación (choques vitamínicas A, D y C), evitar cambios bruscos de temperatura, exponer a los animales bajo el efecto de luz natural o la administración regular de rayos ultravioleta (lámpara de cuarzo durante 5-10 minutos cada día), evitartodo tipo de shock (nervioso, térmico, traumático, etc.).

El tratamiento más eficaz está basado en las dosis de testosterona, progesterona, etc. en el agua de bebida, administración de metionina en el agua o en el pienso, así como de levadura de cerveza; en el momento actual está acreditado el tratamiento oral a base de tiroxina (en polvo) mezclada, integrando una pasta que lleva 0,4 mg. Por cada 100g .de peso vivo o en la proporción de 60-300mg. Por cada kilo de pienso .En el canario de color conviene suministrar desde el principio de la muda (especialmente en la primera fase) colorantes o pigmentantes en dosis adecuadas, según los efectos que se deseen conseguir. Estos deben de ser principalmente productos naturales a base de carotinoides, tal como ocurre con la cantaxantina, xantofila, carofil, luteína, etc.

En el agua de bebida es importante añadir sulfato de hierro y algún antibiótico a base de terramicina.

Autor Félix P. y P. Catedrático de facultad veterinaria de Madrid
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